Hoy "El día que todo cambió" rinde homenaje a una maestra a la que hemos querido llamar Carmen, a través de una madre que agradece la labor humana y la implicación en la atención de una niña con diabetes tipo1 en el centro escolar donde trabaja.
Una maestra excepcional.
Querida Carmen:
Pasó por delante de ti un tren
con un viaje muy largo y complicado y te subiste a él sin pensar. Ese tren ha ido pasando de estación en estación, despacio, sin descarrilar.... Hoy te quiero dar las gracias por tu sonrisa, por tus oídos siempre atentos a mis historias. Gracias por tus manos listas en todo momento para ayudarme, gracias por tu mirada pendiente siempre de mi hija....
Eternamente agradecida por subirte a este tren, por ponerte en mi piel, por tenderme la mano, por esos ratitos de charla, por esos mensajes y llamadas clandestinas para decirme cómo estaba mi hija, por ejercer de psicóloga y ser un pañuelo de mis lágrimas.... En fin, gracias por estar.
P.D. La gratitud es la memoria del corazón y desde el corazón te doy las GRACIAS. Un abrazo de corazón. Begoña. madre de una hija con diabetes tipo1
Bonito reconocimiento a la empatía y escucha activa. Genial!!!
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