Hoy, queremos rendir homenaje a Santy Conde y Beatriz González. Ellos también nos han dado su testimonio lleno de esperanza sobre cómo están trabajando con la diabetes tipo1. Cuando todo parece tan oscuro y el panorama social tan desesperanzador, encontrarse con profesionales como los que estamos entrevistando hace replantearte la situación. Hay gente maravillosa, luchadora, entusiasta, trabajando día a día por ofrecer un trato justo a nuestros niños, jóvenes y adultos con diabetes. En ese camino está esta pareja que forman un magnífico tándem hasta en lo personal. Maravillados estamos de su labor, encantados de cómo nos han recibido y de su participación en nuestro proyecto. Se da la circunstancia de que sin conocernos personalmente, Santy, ha estado dispuesto cada vez que le hemos necesitado en nuestro proyecto, siempre tan atento a nuestras necesidades y tan acertado con sus sugerencias. Y es que ellos son así: "Entrega".
Beatriz Gonzalez preparando los campamentos de verano |
Al cabo de unos días, y dado a que no disimulo mi admiración por todo lo maño, Pilar y Montse me sugirieron hacer una introducción a la entrevista del matrimonio aragonés en este blog. "¿Por dónde empiezo si apenas les conozco?..." Tiré de "San gugle" y leí con detenimiento la entrevista, una entrevista que rezuma buen rollo, muchos conocimientos, muchas ganas y una alta implicación con la diabetes tipo1, especialmente con los niños.
Leyendo y pensando caí en la cuenta... "¿Pero no ejercían en Barbastro?", y eso sí que me abrió los ojos. "¿Es que conozco yo Barbastro?". No, en absoluto. Nunca he estado. "¿Entonces?". Os lo cuento: Yo estudié la carrera en Zaragoza, hace ya muchos años, y durante mi estancia
allí estuve en el Colegio Mayor Virgen del Carmen, también conocido como "El Carmelo". Allí nos hospedábamos mucha gente de diferentes sitios, de Aragón, de la Rioja, del País Vasco, de Cataluña, de Canarias (mi amigo Pepe, sin ir más lejos)... incluso uno de un país árabe. Bueno, a lo que iba, que dentro de esa fauna estaban ¡Los de Barbastro! Sí, un grupo de amigos que a mí me daba por imaginarlos como a los Hobbits del Señor de los Anillos, y no por su tamaño, sino porque siempre iban juntos, felices, sin meterse con nadie, disfrutando de la vida. Unos estudiaban empresariales, otros veterinaria, pero siempre juntos. Yo les envidiaba, lo más seguro, porque entonces yo carecía de eso que ellos tenían, esa amistad de siempre con la gente de su ciudad, ese vivir en grupo, ser buena gente todos ellos. En fin, que me enrollo. Ellos, simplemente con su bien vivir y su forma de ser, han conseguido que estos profesionales se queden a trabajar y vivir allí, cuando es seguro que encontrarían trabajo en cualquier ciudad del mundo... Sí, algo tendrán los barbastrenses. Ya os lo decía antes, les envidiaba y les sigo envidiando, ahora que sé que cuentan con profesionales como Beatriz y Santy velando por el bienestar de sus hijos.
Santy Conde. Preparación de campamentos |
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