Diabetes en la escuela: una realidad invisible
Mientras los maestros y maestras nos encargamos de preparar programaciones, proyectos, unidades didácticas y otros bellos documentos que entonan cánticos espirituales a la diversidad, los niños y niñas con diabetes escolarizados siguen siendo una realidad invisible. Queremos aprovechar la conmemoración de la semana de la diabetes y la repercusión mediática de nuestro proyecto: "El día que todo cambió" para hacer un llamamiento a las instituciones sanitarias y educativas sobre la necesidad urgente de un compromiso real y conjunto de ambas instituciones con las necesidades de los niños y niñas con diabetes tipo1 escolarizados. Hay necesidades que reclamamos, entre otras: Que los padres y madres no tengan que dejar de trabajar para ir a hacer controles y administrar insulina a los niños y niñas en la escuela; que los niños con diabetes tipo1 no tengan que depender de la buena voluntad de los maestros; que las enfermeras y enfermeros referentes de los centros de salud se impliquen en los protocolos de diabetes y trabajen codo a codo con los colegios. ¿Dónde se corta la comunicación para que esto no se cumpla en la mayoría de los casos?. Hay que buscar soluciones.
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