
Hoy mi hija menor, de 19 años y con diabetes desde los 5, nos ha pedido de regalo de Reyes un viaje a Budapest para final de enero con unos amigos de Universidad... ¡No podría haber pedido otra cosa!, me he dicho en voz baja, y lo segundo ha sido poner en el buscador de mi móvil "Budapest Hospitales", "Budapest idioma", traducir "diabetes" del español al húngaro y traducir "insulina"... al menos esta última se pronuncia casi igual (pondría aquí un emoticono de resignación).
Luego, he pensado que había menos de un mes para preparar las cosas que hay que preparar, certificados, consumibles y medicamentos, comidas de supervivencia, porque encima la niña no come de todo, por no decir que es muy exclusiva... Así que, echando la vista atrás y pensando en mi otra hija que no tiene diabetes y que también ha viajado al exterior incluso sola, no me ha quedado otro remedio que decir ¿Y cómo va a ser igual?
(Montse Parrales)
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